domingo, 13 de julio de 2008

amalia garZia y un tal memo



1 A Romeo lo conocí en la dirección de la prepa uno de la UAZ, la entonces secretaria del director era su tía, él la esperaba y yo una llamada de atención. Nos dejaron esperando y platicamos largo rato hasta que trabamos amistad.

Ayer en la noche Romero salió con algunos amigos a tomar cervezas en el centro de la ciudad, a las tres de la mañana, Mare (que es un buen amigo en común) pidió licencia para retirarse pues entra a trabajar a las nueve, todos acordaron no dejar solo al buen Mare que ahora es periodista, lo acompañaron hasta su coche y los restantes fueron a los únicos tacos abiertos a esa hora en la ciudad de Zacatecas.

Uno de ellos tiene especial predilección por los alambres que preparan en los APACHES, esa taquería que están en el boulevard al lado de ESTETICAN, enfrente de la Facultad de Derecho y que casi nunca está cerrada.

Llegaron, pidieron unos alambres y refrescos para alejarse del aroma a cebada. Cuando pagaron la cuenta, una botella casi llena de cerveza sol cayó justo a sus pies. Prefirieron ignorar la agresión, sin embargo el segundo y tercer proyectil rozaron peligrosamente sus cabezas, uno de ellos exigió explicación a quienes arrojaban los envases desde una camioneta, los ocupantes-agresores se rieron, el más prudente de los amigos de Romeo sugirió la partida. Otro envase, las explicaciones fueron exigidas con toda razón, la razón como siempre se negó a los agresores y de una silverado bajaron armados, empuñaban 45 y 22. Romeo puso ambas manos al frente abiertas como diciendo aquí no pasó nada, todos nos vamos, buenas noches.

El primer balazo fue cuando subían al automóvil, los otros se escucharon en la partida. La desesperación, la huida, las imágenes, los balazos, meterse por una calle oscura, salir a un boulevard poco transitado, apagar las luces para perderse y sin duda los nervios terminaron en un choque, el cabezazo del copiloto poco importó, lo necesario era huir, lejos, donde esos cabrones que avientan cervezas sol no los encontraran, dejaron en el choque la defensa y la placa del automóvil, no había tiempo para detenerse y recoger nada. Todos se pensaban heridos, a lo mejor, una bala se metió en mi hombro, o en la espalda, querían hablarse para saber si estaban bien pero el temor los dejó mudos. Los imagino huyendo, ese silencio insoportable el silencio de saberse muerto o pronto a estarlo.

Se escaparon por sitios que nunca antes visitaron. Cuando por fin detuvieron el coche y descendieron, se revisaron para descubrir que no había sangre, sólo imágenes y sonidos grabados en la memoria de los amigos de Romeo. Quien conducía tuvo que dejar a los otros en sus respectivas casas, no puedo siquiera pensar en el temor que sentía cuando manejaba sólo a su casa, cuando encendió la radio y sólo estática respondía.

Hoy mientras revisaba mi correo, me enteré de lo sucedido, pregunté como estaban todos, pero el Mare dice que no responden, seguramente tienen miedo hasta de los amigos. Los policías nunca se aparecieron en la persecución, a Mare no le permitieron hacer una crónica en el periódico porque no hay parte a los judiciales y los periódicos zacatecanos no atentan contra le verdad, si lo hace, perderá su trabajo.

Hace una semana estuve en Zacatecas con mi novia, salimos del cine y fuimos a dar un paseo, el cielo era claro y la vista inmejorable, fuimos a calzada solidaridad y bajamos en un mirador, aún no terminábamos el primer cigarro cuando tres patrullas nos acosaban con lámparas y armas, me pidieron licencia, revisaron la cajuela y debajo de los asientos, me dijeron que si encontraban alcohol o armas me iba a cargar la chingada, Manejo un derby 95 y sin pensarlo mucho, es menos llamativo que una Silverado que arroja cervezas y balas en vez de humo.





2 Memo es un hombre menudo que gusta de escalar y tomar cerveza, lo conocí por que es compañero del doctorado de una amiga. Guillermo solía bailar con peculiar alegría las canciones de las películas de Kusturika: pedía silencio, esperaba los primeros acordes de Bregovic y entraba corriendo a la sala gritando BUM BUM BUM, KA-LASH-NI-KOV, KA-LASH-NI-KOV se dejaba caer y disfrutaba la canción con tanta euforia que se acercaba a la violencia.

Hace una semana después de hacer el protocolo para la tesis, salió de la casa de Isaac para descansar, traía una laptop y un celular como únicos elementos ajenos a la vestimenta necesaria. La laptopt en una mochila gastada y el celular en la bolsa de la camisa.

Eran las dos de la mañana, le dio las gracias a Isaac por las asesorías recibidas, se despidió con un abrazo esgrimiendo no quedarse en la casa de Isaac pues sólo vive tres calles abajo, cogió la mochila, la puso al hombro y esperó un taxi. A esas horas avenida aztecas en la ciudad de México no es un sito familiar. Como el taxi no pasaba, Memo optó por caminar. Son sólo tres cuadras –pensó– en lo que espero el pinche taxi llego a mi casa sin problemas. La avenida estaba completamente vacía, sólo una bicicleta se dejaba ver y unas risas se escuchaban a lo lejos. Memo se puso en marcha, sintió el frió de la ciudad y se alegró de terminar el protocolo, caminó, una mano lo jaló del pelo tirándolo de un solo golpe, el celular cabrón –gritó el dueño de la mano–, Memo cerró los ojos, no sabía del celular, no se acordaba de su celular, no sé –se defendía– no tengo puta idea.

Guillermo abrió los ojos y reconoció la bicicleta, eran dos tipos los que la montaban, el que lo había jalado del cabello le daba patadas en la cara, el otro le pisaba el estómago dejando la bici a media avenida. Cuando Memo descubrió el celular les dijo: aquí está, aquí está. Lo dejaron, memo se levantó y el que venía en la parte trasera se percató de la mochila, así que traes más cosas pendejo –gritó–, otra vez al suelo, otras patadas, ahora con más saña, no importaba la laptop, sólo saber que eso terminaría. Le rompieron la quijada, le tumbaron un par de dientes.

Ayer vino Memo a la casa, me platicó lo que pasó, no bebe cerveza ni baila las de Bregovic, la quijada tiene una placa de platino y usa brackets para evitar la perdida de dos dientes.







3 comentarios:

Anónimo dijo...

Guau!!!! de verdad me he quedado sin palabras, pero sobretodo con un miedo tan espantoso porque nunca imagine a ese bonito Zacatecas mezclado con violencia.
P.D: Esa Amalia se ve tan tranquila pero parece peor que un monstruo.
ATTE: CUCA (aunque algunos no les guste!!!)

Anónimo dijo...

PUES LO BUENO ES QUE TODO ES POR AMOR A ZACATECAS PORQUE SI FUERA LO CONTRARIO SERÍAMOS REHENES EN NUESTRAS PROPIAS CASAS. YO CREO QUE ESTOS CASOS DEBEN DE DENUNCIARSE ANTE LA SOCIEDAD, ASÍ COMO LA GOBERNADORA ERA ESTUDIANTE: CON VOLANTES, GRITANDO EN LA CALLE Y TANTAS OTRAS COSAS QUE SEGURAMENTE A ELLA DESDE SU NUEVA POSICIÓN YA OLVIDO. SÓLO QUISIERA RECORDARLE QUE LA GENTE DE ZACATECAS AMAMOS A NUESTROS JOVENES Y LOS PROTEGEREMOS A COMO DE LUGAR PORQUE NO HAY UN SÓLO PECHO DE MADRE QUE NO ESTÉ DISPUESTO A CUBRIR A SU HIJO YA SEA DE UN BOTELLAZO O UNA BALA.

Anónimo dijo...

FELICIDADES POR TU VALENTÍA A ESCRIBIR ESTO Y OJALÁ QUE ESOS MUCHACHOS ESTÉN BIEN, YO ME METÍ A TU BLOG POR SUGERENCIA DE ALGUIEN A QWUIEN ESTIMO MUCHO Y DE NUEVO FELICIDADES.

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